Cada verano, grandes cantidades de partículas de polvo atraviesan el océano Atlántico arrastradas por el viento desde el cálido y seco desierto del Sáhara, en el norte de África. Datos del satélite Aeolus y de los satélites Sentinel del programa Copernicus de la ESA muestran el alcance de la columna de polvo de este verano, apodada “Godzilla”, durante su viaje por el Atlántico.