
Aquí en la Tierra, estamos acostumbrados a que el viento esculpa el paisaje, alisando la superficie de las rocas o levantando dunas. En este aspecto, Marte es mucho más parecido a nuestro planeta de lo que cabría esperar.
Aquí en la Tierra, estamos acostumbrados a que el viento esculpa el paisaje, alisando la superficie de las rocas o levantando dunas. En este aspecto, Marte es mucho más parecido a nuestro planeta de lo que cabría esperar.