Titular notícies


Solar Orbiter

En la leyenda de Ícaro, el padre del protagonista, Dédalo, fabrica unas alas de plumas y cera para que ambos puedan escapar de su encierro en Creta. Cuando lo consiguen, vuelan sobre el mar con cuidado de no acercarse demasiado a las olas ni al Sol. Sin embargo, embriagado por la sensación de surcar los cielos, Ícaro se eleva cada vez más hasta que la cera de sus alas se ablanda y cae al mar, donde muere. Es un destino que todos los que han trabajado en el diseño de Solar Orbiter querían evitar; por eso, el escudo térmico de la nave está construido para resistir temperaturas de hasta 500 °C. Aunque operar tan cerca del Sol es todo un logro, ¿por qué poner en riesgo con algo así una nave de 1.500 millones de euros cuando podemos fotografiar el astro desde la Tierra? La respuesta, por supuesto, está en la ciencia. 


Font: ESA
ESA 18/09/2020
Últimes Notícies