
Hay otras maneras de explorar el Universo más allá de lo que pueden ver nuestros ojos, o lo que pueden detectar los observatorios que operan en el espacio. Los científicos saben que las ondas gravitacionales tienen la llave de algunos de los enigmas del Cosmos, pero hasta ahora, no han podido saltar del plano teórico al práctico.

Durante los últimos meses, un fragmento de la barrera Larsen C de la Antártida ha ido desgarrándose a medida que una profunda grieta atravesaba el hielo. La misión Sentinel-1 de Copernicus ha sido testigo del desprendimiento un bloque de hielo con un tamaño que duplica al de Luxemburgo, dando lugar a uno de los mayores icebergs jamás conocidos y modificando para siempre el contorno de la península Antártica.