El cambio climático está teniendo una influencia innegable en las zonas costeras. Una parte sustancial de las líneas de costa de todo el mundo ya sufren erosión, debido al aumento de tormentas e inundaciones, así como a la subida del nivel del mar. Dados los cambios constantes en nuestros entornos costeros, los satélites de observación de la Tierra son una herramienta útil para entenderlos mejor.
El estrecho de Gibraltar protagoniza esta imagen en falso color capturada por la misión Sentinel-2 de Copernicus.
Cuando la primavera llega al sur marciano, una nube de hielo de agua emerge cerca del volcán Arsia Mons, de 20 km de altura, y rápidamente se extiende a lo largo de cientos de kilómetros antes de desaparecer al cabo de pocas horas. Un detallado estudio a largo plazo ahora desvela los secretos de esta nube alargada gracias a nuevas observaciones de la “cámara web” a bordo de la sonda Mars Express de la ESA.