
La evolución del Universo es, ni más ni menos, uno de los objetivos de ASTRO-H, el observatorio espacial de altas energías que JAXA, la agencia espacial japonesa, pone en órbita, con la colaboración de la ESA, NASA y otras instituciones, y la participación de científicos de ESAC. El satélite verá el cielo en rayos X y en rayos gamma blandos, lo que le permitirá estudiar algunos de los entornos más energéticos del Universo.

La Antártida está rodeada de enormes barreras de hielo. Una nueva investigación que utiliza los datos de velocidad del hielo obtenidos por satélites, como el histórico Envisat de la ESA, ha revelado la existencia de un punto crítico donde estas barreras actúan como un dique de seguridad, reteniendo el hielo que fluye en dirección al mar. Si se pierden, podría no haber vuelta atrás.