En las misiones espaciales, el envío de datos entre el satélite y el control de misión en la Tierra es una de las partes más críticas. Si la información recogida por dicho satélite nunca llega a su destino, o llega incompleta o con interferencias, dicha misión puede considerarse un fracaso.
El observatorio espacial Integral de la ESA normalmente está ocupado estudiando fenómenos de alta energía como los agujeros negros, las supernovas o las estrellas de neutrones, pero hace poco tuvo la oportunidad de observar las auroras de nuestro planeta.
Tras seis semanas de viaje, LISA Pathfinder ha llegado a su destino: una órbita alrededor de un punto virtual del espacio. Desde allí, pronto empezará a probar las tecnologías esenciales para explorar el Universo gravitatorio.