La ESA utiliza una red de antenas de 35 metros de diámetro para comunicarse con sus misiones en el espacio profundo. Estas instalaciones utilizan las tecnologías de seguimiento más avanzadas del mundo, pero están a punto de recibir una mejora.
Las tres Estaciones de Espacio Profundo de la ESA en Nueva Norcia (Australia), Cebreros (España) y Malargüe (Argentina) envían comandos y reciben los datos de los satélites que se adentran cientos de millones de kilómetros en nuestro Sistema Solar.

Este verano, una veintena de profesores de secundaria de la ciudad de Cañada de Gómez, en Argentina, llevaron a cabo la curiosa hazaña de observar el cielo del hemisferio Norte sin moverse de su localidad. Y, lo más importante, aprendieron a preparar observaciones astronómicas que podrán realizar con sus alumnos. Todo ello gracias a los telescopios robóticos instalados en Madrid dentro del proyecto educativo CESAR, de la ESA, el INTA e ISDEFE.

La ESA se complace en invitar a los estudiantes universitarios de todo el mundo a participar en su Desafío Lunar, un concurso en el que tendrán que diseñar un escenario de misión para explorar la Luna a través de una colaboración humano-robótica, lo que bien podría ser el próximo paso en la exploración de nuestro vecindario cósmico.