Un peculiar paquete fue entregado en un hotel de Pekín, China, en 1989. Contenía un lote de algas verdeazules destinadas a pasar cinco días en el espacio, en una cápsula. Era el comienzo del proyecto MELISSA, dirigido por la ESA.
Esta fantasmagórica bocanada de humo es en realidad una gran masa de gas arremolinándose sobre el polo sur de Venus, vista por el Espectrómetro Térmico en el Visible y en el Infrarrojo (VIRTIS) de la sonda Venus Express de la ESA.
Todo está a punto para que estudiantes y universitarios europeos se conviertan en astrónomos. A través del proyecto CESAR (acrónimo en inglés de Cooperación a través de la Educación en Ciencia y Astronomía Espacial) ahora pueden controlar los cinco telescopios dedicado a fines pedagógicos.
Sigue en directo, el viernes 16 de enero, el tradicional encuentro del Director General de la ESA con los medios, de primeros de año, para hablar de las actividades previstas para 2015. La retransmisión en steaming comenzará a las 09:30 CET.