
Gracias a la era de los satélites podemos comprender mejor las complejidades de nuestro planeta, especialmente en lo que respecta a los cambios globales. Los actuales satélites se usan para predecir el tiempo, responder a importantes cuestiones científicas, proporcionar información esencial para mejorar las prácticas agrícolas y la seguridad en el mar, ayudar en caso de desastres naturales y en todo tipo de aplicaciones cotidianas.

La ESA acaba de poner a disposición de la comunidad científica y el gran público los primeros datos de Solar Orbiter. Los instrumentos que ha contribuido a este lanzamiento de datos proceden del conjunto in situ que mide las condiciones que rodean a la sonda.

La sonda Mars Express de la ESA ha descubierto varias masas de agua líquida bajo el hielo del polo sur marciano. El Radar Avanzado para la Investigación de la Ionosfera y del Subsuelo de Marte (MARSIS) de la misión ya había revelado la existencia de un depósito subterráneo en 2018, a unos 1,5 km por debajo del hielo. Ahora, teniendo en cuenta nuevos datos y analizándolos de otra manera, se han descubierto otros tres. El mayor de los lagos subterráneos mide 20 x 30 km y está rodeado de otros más pequeños. Se cree que el agua debe de ser muy salada para haber permanecido en estado líquido pese a las bajas temperaturas del planeta.