
La misión Sentinel-2 de Copernicus nos lleva a una parte del desierto de Atacama, en Chile. Este desierto, que se extiende por el oeste hasta el océano Pacífico y limita por el este con los Andes, está considerado uno de los lugares más áridos de la Tierra, con zonas en las que jamás se ha registrado precipitación alguna.

En un área que se extiende desde África hasta Sudamérica, el campo magnético terrestre se está debilitando gradualmente. Este extraño comportamiento desconcierta a los geofísicos y está provocando perturbaciones técnicas en los satélites que orbitan la Tierra. Los científicos están usando datos de la constelación Swarm de la ESA para comprender mejor esta área, conocida como la “anomalía del Atlántico Sur”.