
Tras una breve desconexión de los instrumentos científicos y un periodo en “modo seguro”, las misiones planetarias de la ESA vuelven a hacer lo que mejor se les da: recopilar datos científicos de todo el sistema solar.

La demanda de petróleo se ha desplomado por la pandemia de coronavirus precisamente cuando se está fortaleciendo la oferta debido a la disputa entre Rusia y Arabia Saudí. En consecuencia, los precios del crudo han caído hasta niveles no observados desde 2002.
Al tiempo que los tanques de almacenamiento de todo el mundo se van llenando, empresas respaldadas por la ESA están utilizando datos satelitales para cartografiar en tiempo casi real el flujo mundial del petróleo a través de canales de navegación y oleoductos. El análisis permite a productores, operadores y gobiernos dar apoyo a la economía mediante la toma de decisiones informadas sobre el combustible que alimenta a la industria y da calor a los hogares.

En esta animación podemos ver la Tierra y la Luna fotografiadas por una de las cámaras de selfi a bordo del explorador euro-japonés de Mercurio BepiColombo a principios de marzo de 2020. La cámara (M-CAM 3) capturó las imágenes a unos 14 millones de kilómetros, mientras la nave se aproximaba a nuestro planeta y se preparaba para la maniobra de asistencia gravitatoria prevista para el 10 de abril.

Los alarmantes niveles de propagación y gravedad de la COVID-19 han llevado a la Organización Mundial de la Salud a declarar el estado de pandemia. En estos momentos, Italia es el país más afectado del mundo.
La ESA ha anunciado hoy el lanzamiento del programa de financiación “Space in response to COVID-19 outbreak” en colaboración con la ministra italiana de Innovación Tecnológica y Digitalización y con el apoyo de la Agencia Espacial Italiana (ASI) y otros países.

Los ingenieros del centro de control de misiones de la ESA se están preparando para llevar a cabo la primera maniobra de asistencia gravitatoria de BepiColombo, el explorador euro-japonés de Mercurio. El sobrevuelo, que permitirá a la misión ajustar su trayectoria aprovechando la atracción gravitacional de la Tierra mientras rodea nuestro planeta, tendrá lugar en medio de las restricciones que la ESA está aplicando en respuesta a la pandemia por coronavirus.