
La semana pasada se cumplieron cinco años desde que la sonda Rosetta de la ESA llegara a su destino, el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko (o 67P/C-G).

Esta imagen del Sol, tomada en primerísimo plano, nos descubre una superficie dorada, salpicada de manchas oscuras y rojizas, filamentos ensortijados y zonas más claras denominadas “playas solares”, regiones brillantes que suelen hallarse cerca de las manchas solares. El ancho de la imagen abarcaría más o menos un tercio del diámetro del disco solar.