
Astronautas, astrobiólogos e ingenieros espaciales seguirán explorando los paisajes volcánicos de la isla canaria de Lanzarote, en España, como preparativo para las expediciones a otros planetas. Gracias al acuerdo firmado por la ESA y las autoridades locales, la isla continuará funcionando como lugar de entrenamiento hasta 2022. ¿El objetivo? Aprender a explorar otros mundos.

El 30 de junio de 1908, un asteroide de unos 40 metros de diámetro explotaba sobre la región de Tunguska (Rusia), derribando árboles en una zona de 2.100 kilómetros cuadrados y siendo, hasta el momento, el impacto de uno de estos objetos contra la Tierra más potente del último siglo. En conmemoración de ese evento se celebra todos los años el Día del Asteroide, una iniciativa impulsada por la ONU que pretende acercar al gran público no sólo qué son este tipo de objetos celestes, sino también los programas existentes para vigilar aquellos que pueden representar una amenaza para el planeta.

Hera
Hera, la misión candidata de la ESA bautizada en honor de la diosa griega del matrimonio, será la primera sonda enviada por la humanidad a explorar un sistema binario de asteroides, un tipo aún no muy bien comprendido y que constituye alrededor del 15 % de todos los asteroides conocidos.
Hera constituye la contribución europea a una misión internacional doble y el primer experimento de validación de defensa planetaria a escala completa. La NASA comenzará por efectuar con la nave DART un impacto cinético a hipervelocidad sobre el menor de los dos cuerpos para intentar desviarlo; a continuación, Hera realizará un estudio de seguimiento detallado tras el impacto. De esta forma, a partir de este ambicioso experimento se podrá desarrollar una técnica de defensa planetaria bien entendida y repetible.
Al mismo tiempo, Hera demostrará tecnologías CubeSat en el espacio profundo para la primera observación multipunto de un objeto pequeño del Sistema Solar, recuperando datos científicos clave que ayudarán a científicos y planificadores de misiones futuras a comprender mejor la composición de los asteroides y su estructura. Estos datos se transmitirán a través de un novedoso sistema de comunicación intersatelital.

¿Alguna vez te has puesto a buscar una cosa, en casa o navegando por internet, y has encontrado de casualidad otra igualmente interesante? Algo así le pasó al telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA hace un par de años. Mientras observaba galaxias a miles de millones de años luz, tuvo la suerte de detectar varios asteroides, pequeños objetos del Sistema Solar a “tan solo” decenas o cientos de millones de kilómetros de la Tierra.

Los asteroides son antiguas rocas espaciales, restos que quedaron tras la formación de nuestro Sistema Solar. Se cree que trajeron moléculas complejas y posiblemente la vida a la Tierra hace miles de millones de años.
Es probable que Chicxulub sea el asteroide más famoso del mundo. Aunque su nombre no te suene, seguro que sabes de las consecuencias que tuvo su caída hace 66 millones de años: provocó una extinción masiva, en la que desaparecieron la mayoría de los dinosaurios no voladores y muchas otras especies.
Es muy poco probable que uno de estos enormes asteroides impacte en nuestro planeta, pero las rocas de pequeño y medio tamaño son bastante comunes en el Sistema Solar, y también pueden causar graves daños.
Estos asteroides en ocasiones llegan a la superficie del planeta, pero hasta los que se desintegran en la atmósfera —como el que dio lugar al evento de Cheliábinsk en 2013— pueden provocar fuertes explosiones con ondas expansivas que llegan a hacer estallar el vidrio, dañar edificios o lesionar a todo el que se encuentre cerca.
El término “objeto cercano a la Tierra” (NEO) hace referencia a cualquier objeto natural, como los asteroides, cuya órbita pasa cerca de nuestro planeta. A fecha de marzo de 2019 sabíamos de la existencia de más de 600.000 asteroides en el Sistema Solar. De estos, unos 20.000 son objetos cercanos a la Tierra, 800 de los cuales se encuentran en la lista de riesgos de la ESA. Esto significa que merecen observaciones de seguimiento detallado.