
Los agujeros negros se cuentan entre los objetos más fascinantes del Universo. Contienen cantidades colosales de materia en regiones relativamente pequeñas y presentan una enorme densidad, lo que da lugar a unos de los más potentes campos gravitacionales del cosmos, tan fuertes que nada puede escapar de ellos, ni siquiera la luz.

Solo en los últimos meses, los ciclones Fani, Idai y Kenneth han causado efectos devastadores para millones de personas. Como se espera que la frecuencia y la gravedad de los fenómenos meteorológicos extremos aumenten por el cambio climático, su previsión y seguimiento precisos son más importantes que nunca. Y un satélite de la ESA está sirviendo de ayuda a este respecto.

La ESA y la agencia espacial italiana, ASI, se complacen en anunciar el nombre de los cuatro equipos ganadores del premio LPS 2019 Climate Detectives School Award. Estos equipos tendrán la oportunidad única de presentar sus proyectos ante un público profesional el día 14 de mayo durante el Living Planet Symposium (LPS) 2019 que tendrá lugar en Milán (Italia).

El mes pasado, un conjunto fundamental de instrumentos científicos desarrollados para el róver Rosalind Franklin de la misión ExoMars se sometió a una serie de ensayos para garantizar su compatibilidad con el entorno marciano.
El modelo de vuelo del Laboratorio Analítico (ALD) del róver completó las pruebas térmicas y de vacío en las instalaciones de Thales Alenia Space en Turín (Italia).
El róver de ExoMars será el primero de su categoría en desplazarse por la superficie del Planeta Rojo y estudiarla a fondo. Rosalind Franklin perforará el suelo marciano hasta una profundidad de dos metros para tomar muestras del terreno, analizar su composición y buscar pruebas de vida pasada (y puede que hasta presente) ocultas en el subsuelo.
Un laboratorio miniaturizado dentro del róver analizará las muestras y enviará datos e imágenes a la Tierra, donde los esperará una comunidad científica deseosa de saber más sobre el planeta vecino.