
No es fácil tomar conciencia del tamaño y el enorme poder de nuestro Sol, una frenética bola de gas caliente de 4.600 millones de años y 1,3 millones de veces más grande que la Tierra, que emite viento solar (una corriente constante de electrones, protones y partículas atómicas) y que lanza sistemáticamente eyecciones de masa coronal, gigantescas nubes de plasma solar expulsadas con fuerza al espacio.
En los casos más extremos, las eyecciones de masa coronal y los vientos solares a alta velocidad pueden perturbar nuestro escudo magnético protector, provocando tormentas geomagnéticas en la Tierra.

El misterioso brillo verde en el extremo superior de esta imagen revela la presencia de 46P/Wirtanen, un cometa relativamente pequeño, pues su diámetro está estimado en 1,2 kilómetros. Si la historia hubiera tomado otro rumbo, dispondríamos de mucho más que meras estimaciones sobre este cometa de la familia de Júpiter.

Es innegable que los europeos están interesados en las actividades espaciales, y casi todos los ciudadanos consideran importante que los países de Europa aúnen esfuerzos: estas son solo dos de las fascinantes conclusiones de un reciente estudio sobre la percepción del público de las cuestiones relacionadas con el espacio.