
Aunque ciertas partes de la corteza terrestre se están elevando lentamente debido al ajuste postglacial, un grupo de investigadores ha descubierto mediante el uso de GPS que en la Antártida Occidental este cambio se está produciendo mucho más rápido que en ningún otro lugar de la Tierra. Y, con ayuda de la misión sobre gravedad GOCE de la ESA, se ha podido comprender que el manto situado por debajo es especialmente fluido.

Hace más de sesenta millones de años, un asteroide de 10 kilómetos se estrelló contra nuestro planeta, acabando con los dinosaurios. La hipótesis de que algo así pueda volver a ocurrir, está ahí. Precisamente para concienciar a la gente de este peligro y de lo que se está haciendo para reducirlo, cada 30 de junio se celebra el Día Internacional de los asteroides, auspiciado por la ONU.