
El último detector atmosférico de la Estación Espacial Internacional ya está ofreciendo resultados sobre los niveles de ozono, aerosoles y trióxido de nitrógeno en nuestro planeta con ayuda de la ESA. Instalado el año pasado, el sensor de la NASA realiza un seguimiento del Sol y la Luna para estudiar los componentes de nuestra atmósfera.

Los millones de toneladas de plástico que acaban cada año en los océanos constituyen un desafío mundial. La ESA ha decidido responder con la detección desde el espacio de los desechos plásticos marinos para poder elaborar un mapa de sus mayores concentraciones y comprender la enorme escala del problema.