
El primer telescopio espacial a disposición de los astrónomos de todo el mundo, capaz de observar en una longitud de onda prácticamente inexplorada hasta entonces, el primero que logró identificar la estrella progenitora de una supernova, que descubrió vientos de alta velocidad en otras estrellas que no eran el Sol, que permitió a los astrónomos hacer ciencia en tiempo real y que puso los cimientos de lo que hoy ha terminado siendo ESAC… Ésos son sólo algunos de los logros de IUE (International Ultraviolet Explorer), un observatorio espacial en ultravioleta de cuyo lanzamiento se cumplen 40 años.

Por primera vez, un equipo de científicos ha calculado cuánta energía se transfiere de escalas mayores a menores dentro de la envoltura magnética, la región que separa el viento solar de la burbuja magnética que protege nuestro planeta. A partir de datos recogidos durante años por las misiones Cluster, de la ESA, y THEMIS, de la NASA, el estudio ha mostrado el papel clave de la turbulencia, que hace que el proceso resulte cien veces más eficiente que en el viento solar.

La ESA se complace en anunciar el lugar y la institución organizadora de la campaña europea de lanzamiento de CanSat 2018: la competición correrá a cargo del Fondo Regional para la Ciencia y la Tecnología (FRCT) de Portugal en colaboración con socios locales y se celebrará en la isla de Santa María, perteneciente al archipiélago de las Azores (Portugal).

Quienes hayan observado el firmamento durante las últimas semanas, habrán visto una estrella muy brillante cerca de la constelación de Orión. Se trata de Sirio, la estrella más brillante de todo el cielo nocturno, visible desde cualquier lugar de la Tierra salvo las regiones más boreales. De hecho, es uno de los sistemas binarios más cercanos al Sol, del que lo separan tan solo ocho años luz.