
Sin duda, la humanidad algún día viajará más lejos que nunca en el espacio, acercándonos un poco más el Universo a todos. Pero la tecnología espacial también permite “tender puentes” para acercar entre sí las regiones más distantes del mundo. Un nuevo informe de la iniciativa Alcantara de la ESA muestra que el espacio puede facilitar que personas de distintos orígenes culturales colaboren en áreas de interés común.

Esta imagen muestra el aspecto que podría ofrecer una aleación metálica al solidificarse, ya que emplea una mezcla orgánica con un comportamiento similar al de los metales. Las cristalizaciones en forma de abeto que se forman durante la fundición de aleaciones metálicas, semejantes a una ‘lluvia de estrellas’, se denominan dendritas. Las dendritas pueden ser clave en la mezcla, ya que sus estructuras atómicas pueden hacer que un metal sea flexible y resistente o que se resquebraje y se debilite fácilmente.

Cuando los recursos son limitados, hay que aguzar el ingenio, especialmente en el entorno adverso del espacio. Aunque la Estación Espacial Internacional se reabastece periódicamente mediante naves de carga como Dragon, los vuelos espaciales del futuro serán autosuficientes, y para ello habrá que reciclar y reutilizar recursos preciosos como el oxígeno. Precisamente eso es lo que estudiará un experimento a punto de comenzar.