
El 12 de mayo de 2016, el ojo avizor del telescopio espacial Hubble de la NASA/ESA capturó a la minúscula luna Fobos durante su órbita alrededor de Marte. El objetivo de las observaciones era fotografiar el Planeta Rojo durante su acercamiento máximo a la Tierra, así que el cameo de la luna fue una feliz coincidencia.

La nave Orion de la NASA tiene como objetivo enviar humanos a distancias nunca antes alcanzadas y el módulo de servicio europeo de la ESA proporcionará lo necesario para la supervivencia de los astronautas y el rumbo de la misión.
Tras una nueva revisión del programa para evaluar su progreso, la NASA estima que el lanzamiento tendrá lugar entre diciembre de 2019 y junio de 2020.

El 17 de octubre de 2002, el observatorio espacial INTEGRAL (INTErnational Gamma-Ray Astrophysics Laboratory), de la ESA, llegaba al espacio para estudiar el Universo utilizando la radiación gamma. Era el satélite más sensible a esa radiación lanzado hasta aquel momento, y entre sus objetivos figuraba estudiar la creación de elementos químicos en el interior de las estrellas, elementos lanzados al espacio cuando dichas estrellas morían. ¿Podían aparecer también nuevos elementos en sus remanentes?