
El 17 de octubre de 2002, el observatorio espacial INTEGRAL (INTErnational Gamma-Ray Astrophysics Laboratory), de la ESA, llegaba al espacio para estudiar el Universo utilizando la radiación gamma. Era el satélite más sensible a esa radiación lanzado hasta aquel momento, y entre sus objetivos figuraba estudiar la creación de elementos químicos en el interior de las estrellas, elementos lanzados al espacio cuando dichas estrellas morían. ¿Podían aparecer también nuevos elementos en sus remanentes?

Con el lanzamiento ya en el horizonte, el satélite Aeolus de la ESA se está sometiendo a la última ronda de ensayos para garantizar que esta compleja misión funcionará una vez en órbita. A lo largo del próximo mes, permanecerá en una gran cámara de la que se ha extraído todo el aire para simular el vacío del espacio.