
Mientras los observadores en Norteamérica hoy disfrutarán de un eclipse solar total cuando la Luna se sitúe entre la Tierra y el Sol, nuestros satélites Proba-2 y SOHO seguirán trabajando como acostumbran.
Diez astronaves, desde la sonda Venus Express de la ESA hasta la Voyager-2 de la NASA, experimentaron los efectos de una erupción solar que atravesó todo el Sistema Solar mientras tres satélites terrestres observaban el acontecimiento, lo que nos ofrece una perspectiva única de este fenómeno de la meteorología espacial.

Da la casualidad cósmica de que la distancia media de la Luna a la Tierra hace que, desde aquí, aquella parezca tener el mismo tamaño que el Sol, que en realidad es mucho mayor. De vez en cuando, la Luna se coloca directamente entre nuestro planeta y nuestra estrella, por lo que parece cubrirla por completo, bloqueando temporalmente su luz y creando un eclipse total a lo largo del estrecho camino que proyecta la sombra de la Luna.